domingo, 7 de marzo de 2010

Las cinco energías del taijiquan

[continuación]








3 – Yuan: circular



Al practicar taijiquan es necesario moverse con agilidad y de manera circular. Esto se aplica a todos los movimientos sin excepción. brazos y manos deben describir movimientos graciosos, circulares, en forma de arco o curva, en lugar de líneas rectas. Este es esencial para evitar rigidez y para ser más ágil y preciso. Si esto se logra será mucho más fácil hacer que los movimientos sean ligeros, sueltos y flexibles. Las piernas también deben avanzar y retroceder describiendo curvas, no ángulos agudos.

Por ejemplo, en el movimiento inicial ambas manos deben describir un arco al descender. Otro ejemplo es la secuencia de Látigo, en que ambas manos deben describir un semicírculo horizontal al girar a la izquierda y la mano derecha ha de proyectarse en curva al formar la ‘mano de gancho’. De manera semejante, en la secuencia de Desvío, Quite y Golpe de Puño, la mano derecha describe un círculo hacia el hombro derecho en tanto que la mano izquierda desciende en arco antes de que se descargue el golpe. De hecho, casi todas las ilustraciones que muestran el curso del próximo movimiento lo describen con curvas. [1]


4 – Zhuan: concentrada




Al practicar taijiquan debes concentrarte. Aunque conozcas a la perfección todos los movimientos debes estar totalmente absorto, con la atención concentrada en el ejercicio. Sólo manteniendo esta concentración de principio a fin podrás regular y templar la corteza cerebral y obtener del taijiquan los frutos esperados.

¿Cómo lograr esta concentración? Volvamos al movimiento inicial. Cuando estés relajado y concentrado sentirás los dedos entumecidos. Esto significa que has guiado el Qi hasta los dedos. Esta sensación del Qi debe mantenerse a lo largo de la rutina. Si tus movimientos no son continuos, suaves y curvos, la concentración se cortará y la sensación del Qi desaparecerá. Como se ha dicho, la acción debe ser guiada por la perceptividad. De otro modo no llegarás a un estado de total concentración, aunque hagas los movimientos de manera técnicamente ‘perfecta’.

La concentración no se exhibe: es un estado de ánimo, y la sensación del Qi sólo puede sentirse internamente. Por lo demás, la suavidad, continuidad y circularidad de los movimientos sí pueden verse. Si no vemos estas cualidades en los movimientos podemos decir con certeza que el practicante no ha logrado concentrarse. Cuanto más, podremos decir que está practicando la rutina de manera mecánica, sin absorber la esencia del taijiquan.

[1] Ver, por ejemplo, las ilustraciones del libro Yang Chengfu: Métodos de aplicación del taijiquan.

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