martes, 6 de octubre de 2009

Los cuatro principios de la primera etapa (2)

según Jou Tsung Hwa



Continuamos aquí con los extractos del libro Taijiquan zhi Dao [El Dao del taijiquan], donde el maestro Jou Tsung Hwa (1917-1998) enumera los principios que deben regir el aprendizaje del arte.



2 - Man: ritmo pausado


Los movimientos del taijiquan han de ejecutarse a ritmo pausado [man]. Para comprender esto, traza un paralelo entre el ritmo pausado del taijiquan y el andar en bicicleta. Para lograr un ritmo ‘pausado’ en bicicleta, no se te ocurriría primero pedalear rápidamente y luego detenerte en procura de un promedio ‘pausado’. De la misma manera, no hagas transiciones rápidas en taijiquan para luego detenerte largo rato en ciertas posturas. Para practicar man con regularidad, camina tan despacio como puedas a un ritmo constante, prestándole atención a cada parte del cuerpo. ‘Pisa el aire’ manteniéndote capaz de detenerte en cualquier momento. No tardarás en descubrir que la aplicación de man, aunque sea a la tarea tan sencilla de caminar, es muy difícil.

Aplicar man a tu rutina exige mucha perseverancia. Debes alternar entre lentitud y rapidez. Dicho de otra manera, primero practica tus secuencias en man como propósito dominante, hasta que no haya manera de hacer el ejercicio sin violar los principios fundamentales. Por ejemplo, si tardas 25 minutos en hacer la rutina larga de Yang a ritmo constante, y hacerlo más lentamente te lleva a cometer errores técnicos, acelera el ritmo. Pero si sientes que vas tan rápido que violas los principios, vuelve a man. Este proceso debería convertirse en un ciclo regular de aprendizaje. Desacelera hasta que no puedas aprender más de la lentitud, luego acelera hasta que no puedas aprender más de la velocidad, para después volver a man. Con el tiempo descubrirás que, en aras de mantenerte man, la duración óptima de ejecución de la rutina larga de Yang es de casi una hora.

Man te ofrece tres beneficios: perfeccionamiento de la práctica; quietud y perceptividad.

Perfeccionamiento de la práctica: Esto puede verse en el uso de man en programas deportivos. La grabación en video de jugadas de golf o tenis para luego reproducirlas en ‘cámara lenta’ ayuda a perfeccionar posturas y movimientos. La grabación en video exige dinero y tecnología especializada, en tanto que aplicar man sólo requiere comprensión y perseverancia.

Quietud: El segundo efecto benéfico es que practicar lenta y apaciblemente al exterior repercute en tus pensamientos y emociones al interior. Con el correr del tiempo la práctica suave y pausada de la rutina conduce a un estado que se describe como ‘activo afuera, vacío adentro’ o ‘inacción en la acción’. En otras palabras, al reflejar calma al exterior, te aquietas adentro; quieto como el agua en pozo viejo.

Perceptividad: El tercer beneficio es que el movimiento pausado y calmo del cuerpo dirige tu atención al fluir del Qi por todo tu cuerpo. Al concentrar la atención en el dantian y luego seguir al Qi cuando se irradia en los movimientos, de hecho aumentas el caudal de ese flujo. Practicar de esta manera refleja el principio básico del daoyin. Recuerda: el ave en vuelo proyecta su sombra de instante en instante, pero sin interrupción. En la etapa inicial tus movimientos deben ser lentos y continuos para echar los cimientos de la lentitud y la ligereza. En etapas más avanzadas de práctica de man, ya no necesitarás mantener lentos tus movimientos externos, ya que tus movimientos fluirán de tu quietud interna.

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